En España, las hipotecas a interés fijo no han sido muy habituales en los últimos años, pues desde que en el 2015 se alcanzaran máximos históricos en el Euribor, éstas siempre han sido más rentables.
En primer lugar, una hipoteca a tipo fijo es aquella que mantiene su interés durante todo el periodo del préstamo, por lo que a la larga se han considerado más baratas si tenemos en cuenta la evolución del Euribor en los últimos 20 años.
Antes de continuar cabe recordar que el Euríbor es el índice que indica el tipo de interés promedio con el que los bancos se prestan dinero entre ellos y frente a terceros. No obstante, actualmente ha llegado a sus mínimos históricos por debajo del -0,1%, lo que ha significado descenso de las hipotecas plazo fijo frente a las variables.
Gracias al progresivo descenso del Euríbor, los titulares de una hipoteca de tipo fijo han comprobado cómo sus cuotas mensuales han ido bajando en cada revisión anual de su préstamo hipotecario.
Cabe esperar, por tanto, que cuando los bancos den a elegir una hipoteca a tipo fijo o variable, los clientes se decanten por ésta última, para aprovecharse de los bajos tipos de interés y pagar menos en sus cuotas.
Es por este motivo por lo que las entidades financieras intentan promocionar las de tipo fijo ofreciendo ofertas para mantener unos ingresos estables gracias al cobro de intereses, como por ejemplo pasa con la hipoteca tipo fijo de Bankia, BBVA o Santander.
Sin embargo, con la recuperación económica y el repunte del sector inmobiliario, es previsible que el Euríbor vuelva a subir, por lo que se equiparará la demanda de préstamos hipotecarios de tipo fijo a las de tipo variable.
Si estás pensando en solicitar una hipoteca a 30 años tipo fijo, debes saber que aunque los requisitos y las exigencias de las entidades bancarias pueden variar, éstos son casi iguales que los que se requieren para los préstamos hipotecarios de interés variable.
Mediante el comparador de hipotecas de interés fijo de Hipotecas Baratas podrás saber cuáles son las comisiones que cobran las entidades por el estudio y la apertura, que suelen rondar entre un 0,25 y un 1,25%.
Antes de firmar un préstamo para una casa, a la hora de calcular la hipoteca de tipo fijo tendremos que tener en cuenta que los plazos o periodos de amortización de la deuda suelen ser menores que en el caso de las de interés variable, más concretamente en torno a los 20 años.
Como hemos mencionado, aunque las entidades financieras cuentan con productos de intereses variables y mixtos, también incluyen ofertas como la hipoteca de Openbank tipo fijo.
En el año 2015, con el comienzo de la recuperación económica según los expertos, las mejores hipotecas a interés fijo del mercado financiero eran:
Con un plazo de amortización de 20 años, el tipo de interés fijo se situaba en el 2,9% con la contratación de productos complementarios como el seguro del hogar, ya que de no ser así, el tipo de interés podía ascender hasta en un punto.
Con la domiciliación de la nómina y hasta tres recibos de gastos del hogar, el préstamo hipotecario de Bankinter alcanzaba un interés del 2,05% durante los primeros 15 años, para pasar al 2,4% tras este periodo.
La hipoteca fija de Kutxabank era una de las que mayor plazo de amortización ofrecía hace unos años, hasta situarse en los 30 con un tipo de interés del 2,5%.
En el caso de Bankoa, el interés de la hipoteca a plazo fijo volvía a situarse en el 2,5%, aunque el periodo para la amortización del préstamo era de 20 años.
La hipoteca fija de Caja Sur presentaba las mismas características en cuanto a plazos y tipo de interés que la de Kutxabank. No obstante, los requisitos para pedir una hipoteca de interés fijo que exigían hoy en día nos parecen prácticamente imposibles de cumplir, ya que era necesario tener domiciliada una nómina de más de 3.000 euros mensuales, además de la contratación de seguros o planes de pensiones y un gasto en la tarjeta de crédito de mínimo 3.600 euros anuales.
Por último, esta caja de ahorros ofrecía un interés fijo hipotecario del 2,8% con un plazo de amortización de 10 años, mientras que si doblabas el plazo, el interés ascendía al 3,3%.